Una apasionante última jornada de la temporada regular nos dejó a unos Texans incapaces de plantar cara ante unos Colts crecidos, con Chuck Pagano de vuelta a la banda, tras su lucha contra la leucemia, y que fue recibido con una emotiva ovación por todos los presentes en el Lucas Oil Stadium. Con la derrota de los Texans, Broncos y Patriots hicieron los deberes, con lo que dejaron a Houston sin semana de descanso.
Los Giants abusaban de su eterno rival, los Eagles, a la vez que iban sabiendo que se quedaban sin Playoffs por la victoria de Chicago, por lo que los campeones no podrán defender título.
A Chicago tampoco le sirvió de mucho su victoria, ya que más tarde, los Vikings, impulsados por la necesidad, se imponían sobre Green Bay con un Field Goal en los últimos segundos. Y Peterson que se marcó un partidazo, otro más para la colección, no pudo hacerse con el record, que todavía mantiene Dickerson, por solo 9 yardas.
La victoria de Minnesota convertía el Sunday Night Football en un auténtico partido de Playoff, el que ganara, pasaba. Y para más morbo, era un Cowboys-Redskins, todo un clasicazo.
Fue el típico partido que comienza con muchos nervios, tensión y baja anotación. Se daba como favoritos a los de Dallas, por ser un equipo con mayor experiencia. Pero, aparte de que Washington machacaba con su juego de carrera, pasó lo de siempre, Romo no solo desapareció en los momentos clave, sino que fue un lastre durante la mayor parte del encuentro, hasta acabar autodestruyendo a su equipo con una absurda intercepción a falta de 3 minutos, y que daba el partido y el pase a los Redskins. Los Redskins se convierten en la primera franquicia desde los Giants de 1943 que ha conseguido llevar a su equipo a ser campeón de división con un Quarterback y un Running Back Rockies.
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